martes, 19 de noviembre de 2019

todo cambia, menos las reglas

Hace ya varios días estaba mirando un programa de tv por cable, este, trata de entrevistas realizadas a escritores, pensadores, sociólogos, científicos y en fin, lideres de opinión de todo el mundo, el tema de estas entrevistas es sobre si piensan que existen todavía formas de salvar al mundo en que vivimos o bueno yo entiendo más bien si existen formas de salvar a la especie humana tal como es, porque al fin y al cabo, el mundo seguirá con o sin humanos que lo habiten.

En este programa, entrevistaban a un sociólogo de nacionalidad británica, Zygmunt Bauman, comento muchas cosas pero un par de ellas se me quedaron profundamente grabadas en la mente y me generaron mas preguntas que respuestas, la mayoría seguramente imposibles de contestar, por lo menos para mi; Mencionaba que los modelos de moralidad que son el acuerdo social que nos rige como comunidad para una convivencia por lo menos llevadera o medianamente soportable, habían sido instaurados hacia varios miles de años, nuestra moral, en muchos casos, no había avanzado más allá de Adán y Eva, mientras que la humanidad  había pasado por una serie de experimentos, muchos de ellos fallidos, pero que nos han dejado marcas para bien o para mal así como enseñanzas, la sociedad humana ha avanzado por medio del ensayo y error que si bien no es un método perfecto, creo que es el mejor método que conocemos, somos una raza completamente distinta de la que en un inicio acuño las reglas de convivencia hace varios miles de años ya, no vivimos en pequeñas comunidades, nuestras relaciones ya no son en la mayoría de los casos hasta que la muerte nos separe, porque si nuestras vida está limitada a una esperanza de 30 ó 40 años que eran los promedios de edad que teníamos en esos momentos, pues es bastante más sencillo cumplir el precepto y muchos otros, que en el mismo tenor fueron quedando fuera de tiempo, lo que nos pone en un espacio muchas veces descocido, ya que las respuestas que anteriormente funcionaban como un dogma, como una norma, como un absoluto, hoy sirven en ocasiones para una carajo.


nuestros políticos ya no tienen miedo de un poder superior, mucho menos tienen ya, ningún precepto sobre retribución, ahora a nadie le pesa tomar algo que no merece, ahora, en muchas ocasiones los hijos terminan enseñándoles a los padres gran cantidad de cosas, en fin, creo que la moralidad que hasta hace un par de siglos funcionaba de alguna manera decorosa, esta enterrada, esta profundamente sepultada bajo todos estos preceptos.

El problema es que no tenemos otras todavía, las nuevas definiciones se siguen gestando, para ser congruentes por lo menos con la aritmética que nos ha funcionado, podríamos tener un nuevo decálogo de situaciones que nos puedan dar algunas opciones con las cuales podamos estar de alguna forma afectando lo menos posible a nuestros semejantes, para empezar tal ejercicio me gustaría comenzar haciendo un ejercicio de des-estructuración de los que ya tenemos, comenzamos:

1.Amarás a Dios sobre todas las cosas.

Bueno, esto depende completamente del concepto de dios que cada quien maneje y por lo tanto es sumamente pretencioso pensar que para todos existe un solo concepto de divinidad, creo que  a lo largo de los milenios nos hemos dado cuenta, que para cada ser humano, existe una realidad distrinta, por lo tanto el concepto de dios es diametralmente opuesto para cada persona, vamos poner algunos ejemplos de realidades:

- El clase media: Para esta persona dios tendría que ser un ser bueno, que te da la vida para trabajar y te da las herramientas necesarias para tu desarrollo, el de tu familia y el de los seres que están a cerca de ti, casi necesariamente pone a disposición tuya seres menos afortunados que por una pequeñísima parte de tus ingresos realizan trabajos para principalmente tu beneficio, así 

Bueno, esto depende en parte del concepto de dios que hayas aprendido, hay para los que dios es algo así como un genio de la lampara, que a base de pedir constantemente cumple con nuestros deseos. Para otros dios es un ser sin forma al que definitivamente vamos a tener que rendirle cuentas y culto en todos nuestros actos, desde la masturbación mañanera que nos deja impuros por una cantidad de tiempo establecido, pasando por de la uso de preservativos, el disfrute de nuestros sueños, el no haber socorrido a nuestros cercanos, el haber deseado la mujer, el coche, la casa, la carrera, la familia, etc del prójimo y en el camino de nuestra vida no haberlo amado y seguido con suficiente fuerza, por lo que nos condenara a una eternidad de fuego y sufrimiento. Bueno basado en estas afirmaciones ¿de que manera podríamos amar sobre todas las cosas a un ser tan visceral? que nos valora tan poco como para poderlos condenar por un descuido, por desconocimiento o por falta de energía que en principio el nos proporciono. esto sea dicho para las doctrinas judeo-cristianas, que es donde se presenta esta Ley, en buena razón yo valoraría mas bien el concepto de integridad personal hacia tus principios que el respeto por un dogma, esto nos podría dar mucho más valor como personas y en general como sociedad, decir la verdad basada en tus principios, no traicionarlos, esto nos haría profundamente 

2. No tomarás el nombre de Dios en vano.
3. Santificarás las fiestas.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre.
5. No matarás. 
6. no cometerás actos impuros.El séptimo, no hurtarás.El octavo, no dirás falso testimonio ni mentirás.El noveno, no consentirás pensamientos ni deseos impuros.
El décimo, no codiciarás los bienes ajenos 

que los modelos de sociedad, que en el pasado funcionaba, familia y gobierno ya estaban caducos si no es que muertos, lo malo es que los nuevo modelos o estandares de sociedad, aun se encontraban en gestación,

Es complicado querer cambiar un sistema, es mas complicado aun cambiar una forma de ser como especie, con cada acción que realizamos diariamente nos auto-afirmamos más en lo que somos, en lo que hacemos. Para tener un futuro distinto, diferente de aquel que baticinan infinidad de profecías nefastas, tendríamos que cambiar nosotros mismos, en nuestra esencia, en nuestros apetitos, en nuestras comodidades y nuestros sueños. Todos soñamos con una vida llena de abundancia, una forma de ser llena de bienes materiales, emocionales y en último espacio espirituales, estos deseos que nos hacen despertarnos cada mañana, estudiar mas de la tercera parte de nuestras vidas y seguir esforzándonos mas allá de nuestras ganas estos deseos que deja a una buena parte de la humanidad, exhaustos, cansados, que acaban terminando con nuestras vidas porque en retrospectiva, la mayor parte de ellas la pasamos persiguiéndolos, pisandoles los talones, jugando permanentemente al gato y al ratón con esa ilusión transitoria de el estado la felicidad pleno, siempre estamos a centímetros de ella y pocas veces la alcanzamos. y en esa infinidad de momentos que sentimos alcansarla, siempre existe un parloteo constante de seres transmitidos por hondas herzianas que se asientan en lo mas profundo de nuestras almas para decirnos que si no tenemos o compramos y nos esforzamos mas de los que lo hacemos hasta hoy, seremos infelices y como nuestra raza no esta hecha para cuestionar si no para creer  pues acabamos comprando esa idea.

ya qué, si nosotros no los alcanzamos, esperamos al menos que nuestras semillas que mandamos al futuro en forma de hijos, si lo hagan, de cualquier otra forma seriamos simplemente "lusers", perdedores insurrectos que dejaron sus sueños enterrados bajo infinidades capas formadas por desilusiones, flojera, mediocridad.

Nos dijeron que teníamos que tener, que teníamos que demostrar nuestra valía, teníamos que ser caballeros y princesas, salvar y ser salvados; Poseer castillo, esposa y amor, creo que nos engañaron de la manera más vil, no somos príncipes ni princesas, creo, en lo profundo de mi ser que ni siquiera somos esos hijos de un ser superior, que nos puso aquí para probar la valía de nuestras almas, para decantar en infiernos eternos las menos valiosas y entronizar las que venían pre-cargadas con amor, paciencia, benevolencia, humildad y amor. Que nos dio poder sobre todos los seres de la tierra, el mar y los cielos, creo que somos simplemente conciencias súper-desarrolladas que acomodan la realidad a su plena conveniencia, pasando por todos y sobre de todos los demás que nos acompañan en esta tierra, incluyendo sobre de nuestros antepasados y descendientes, ya que en el afán de ser lo que venimos a ser, muchos de nosotros no nos conformamos con menos que lo que merecemos.

¿Que merecemos? depende mucho de a quién hagamos la pregunta, dependerá de muchos factores, nivel educativo, religión, nivel cultural, y muy seguramente habrá grandes discrepancias entre las definiciones de lo que cada quién merece


La capacidad al fin de predecir el futuro, depende casi exclusivamente de la capacidad de predecir el desarrollo de los hechos presentes y de que forma se acomodarán para formar hechos futuros, todos predecimos de alguna manera, desde los animales sencillos como la gallina, que predice que si picotea de forma repetitiva la tierra al rededor suya, tarde o temprano encontrará un gusano que comer, o el tigre, que predice cuando acecha, los posibles movimientos de su presa, estos seres, aunque no lo sepan están viendo de alguna manera el futuro, así, es posible que los profetas del pasado hayan estudiado de tal manera las conductas humanas, que casi sin temor a equivocarse, profetizaban muerte y destrucción de nuestra propia raza, por nuestra propia raza, no era tan difícil de deducir, desde siempre el ser humano como especie es ha sido y sera, una especie bastante cruel, dominante de su entorno y de sus prójimos, comodina, hasta ahora, siempre hemos tomado el camino más fácil para nuestro desarrollo y avance, desde hace miles de años estamos tratando de buscar el camino del menor esfuerzo, tomamos la vida y los bienes de los demás para nuestro propio beneficio y placer, es difícil explicar como es que una especie casi herbívora haya cambiado tanto sus hábitos alimenticios por otros altamente contaminantes, que implican el sacrificio en masa de otros seres y que de paso acortan nuestra vida y calidad de vida, simplemente porque es más fácil, mas sabroso, más cómodo. Si, los profetas de otros tiempos tuvieran o no inspiración divina, puede que si estuvieran en lo correcto, vivimos en un planeta "hecho" de alguna manera para quinientos millones de personas, hoy vamos al rededor de siete mil millones de seres humanos

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