miércoles, 30 de noviembre de 2011

Primer amor

Hace muchos años, ya como 30 encontré un verdadero amor, lo encontré en un local del centro Histórico de la Ciudad de México, mis padres me mandaron ese día por el mandado al mercado de San Juan y ahí estaba, tentador, pecaminoso, casi como perverso, ¿porqué los padres no te hablan de eso?, definitivamente deberían hacerlo, siempre te agarra desprevenido, te hace babear, te hace morbosearte como si fueras el más perverso de los violadores, te hace sentir mal y te preguntas si se encuentra a tu alcance, le das varias vueltas al asunto en tu cabeza, haces cuentas mentales para ver si con tu cambio te alcanza para tenerlo, hasta que por fin cedes, te atraviesas la calle y le dices al taquero, deme una orden al pastor con toooodo, y si todo valió la pena, la espera, la angustia, el babeo, todo es perfecto, es un momento de amor y entrega, esos tacos te entregan todo su ser envueltos en tortilla chiquita, unas rebanaditas carne al pastor, un tanto de cebolla y cilantro, un poquito de salsa roja, después me entere que eran chiles secos, ¡cómo puede haber tal comunión!
Desde ese día he probado miles de amores con forma de taco al pastor, pero nunca olvidare ese primer amor en la calle de López.