viernes, 30 de septiembre de 2011

alcohol

Siento como el alcohol entra suavemente en mis sentidos. Casi como sin sentirlo se establece mi mente en esta realidad que tantas veces ha hecho su casa, su lecho, justifico a mi padre que a pesar de los esfuerzos familiares, permaneció en estado etílico por su últimos 20 años, el, le echaba la culpa a todo, a lo complicado de la situación familiar, a la muerte de mi hermana mayor, a la migración que tuvo que realizar mi familia de un lugar tranquilo, apacible, donde conocían a toda la gente de su alrededor, a cambiarse a la hostil Ciudad de México, el la daba justificaciones a la búsqueda de esa otra realidad, la verdad es que es tan cómoda, te sientes entre nubes, te sientes simplemente bien, los problemas tienen solución y todos los caminos tienen salida, los gritos son más fuertes tanto así como los placeres, las inhibiciones se borran, por fin sale nuestra inspiración y parafraseando nuevamente a mi padre : ¡tienes razón cuando te hechas tu traguito!