Bueno, está a punto de llegar la semana santa del 2021 y se nos hizo buena idear realizar una viaje hacia el sureste, nuestra meta es conocer los pueblos mágicos que están en la península, la verdad de primer momento a mi se mi hizo una excelente idea, la aventura era recorrer todo ese camino en nuestra Harley, ya teníamos bastante tiempo queriendo hacer un viaje largo y en este tiempo se alinearon todas las estrellas y condiciones para realizarlo.
Días y semanas antes comenzamos la preparación, compramos impermeables nuevos, chamarras adecuadas para el calor, revisión exhaustiva de la moto que hasta unos días antes estaba fallando un poco, revisamos la ruta, nos asesoramos con quién ya la había hecho y pues con más miedos que entusiasmos iba llegando el día de nuestra partida. Honestamente yo estaba muy nervioso ya que íbamos a estar solos en el camino y eran más de 3000 km de recorrido, pero bueno, ya habíamos dicho (con sus reservas por si no llegábamos hasta el final) y no nos rajamos, ni paso nada que nos detuviera ni nada por el estilo.
Llegamos a Ciudad del Carmen y buscamos un taller aunque fuera de auto para que nos hicieran la reparación por lo menos provisional de el resorte que recogí en Atasta, y ya preguntando encontramos un mecánico que con muy buen ánimo comenzó a realizar "la chamba" en lo que nos hacia el servicio pues nos fuimos a un restaurante que nos recomendaron El Ostión Escondido, a un par de cuadras, lleno de gente , recomendable y en buen precio, en ese rato ya perdimos unas 3 horas pero bien aprovechadas, ya que comimos genial y nos arreglaron el desperfecto. Partimos con buen ánimo aunque un poco tarde, ya eran como las 5:00 pm recorrimos la carretera que nos llevó a Isla Aguada, que era un lugar en qué tomarnos unas fotos , pensábamos llegar antes para pasear pero ya lo hicimos como a las 7:00 por lo que solo nos refrescamos,m tomamos foto y tocamos la laguna de Términos, arrancamos rumbo a Champoton ya de noche, con muchos trabajos llegamos ya que en esa carretera no existen gasolineras, son aprox 80 km sin ellas, pasamos y llegamos a Campeche, aun nos dío buen tiempo de instalarnos en el Hotel Gamma que esta bastante bien, de cenar muy bien y recorre un poco Campeche, lo que hicimos con todo el tiempo del mundo al otro día.
Tomamos el camión que nos dio el tour obligado de Campeche, paseamos, comimos y disfrutamos mucho nuestra estancia, es un bello lugar al cuál regresar varias veces.
Ya el martes salimos rumbo a Mérida, en el camino teníamos previsto pasar a Mani Yucatan, sin ningún incidente llegamos a Mani, un muy bello pueblo donde la cultura maya esta al 100%, se ve que están muy orgullosos de su historia y eso se nota en cada detalle del pueblo, de la comida, de la gente..
Bueno, pues ahí en Mani la moto repentinamente se apago, y nos dejo en silencio, nos estacionamos y un chico que pasaba se ofreció a ayudarnos, le preguntamos de un mecánico (otra vez) y nos refirió a un par de cuadras con un sr José, pues ya fuimos y se puso a revisar la maquina, en eso yo le hable al mecánico de la CDMX para que nos diera consejo, y pues en tanto el Sr José en medio español y en medio en maya o algo así, descubrió que era gaso-lina (acento ma-ya) y decidido mando a traer 10 litros, y al ver que no era eso empezó a quitar mangueras y a desarmar para sacar la bomba, todo bajo el sol y como a 40°, pues ya como pudimos (si estaba de metiche) sacamos la bomba y estaba "safada" del tubo que alimenta el motor, tenia mucho juego y no tenia cintillo que apretara la manguera en su lugar; mientras Monse se paso a la casa y comenzaron a salir una buena cantidad de familiares, la abuela, las hijas, los nietos etc y todos hablando entre ellos en un idioma que no conocíamos, excepto cuando se dirigían a nosotros, todos muy amables.
Afuera el bendito Sr José ya había sacado la bomba diciendo "es igual que las de chevy" y ya estaba conectando todo nuevamente, en cuanto instalo todo la moto despertó y arrancó con un rugido con el cual salieron todos los habitantes de la casa de Don José (para ese momento ya era Don José, así con respeto) subimos con buen ánimo y nos fuimos a comer al restaurante El Principe Tutul Xiu, donde lo hicimos con excelente comida, atención y precios. Ahi tomamos un par de horas más, al salir de comer nos subimos a la moto y se volvió a detener, mmm malisima señal, eso aunado a que el bendix comenzó a fallar ese día en la mañana por lo que estaba haciendo bastante feo, ya como pude le acomodé la manguera que baja del tanque y arranco. Ya nos fuimos rumbo a Sisal que era nuestro siguiente pueblo mágico, pero ya con mucho recelo por la fallas que presentaba la moto, por lo que decidimos ir solamente a Mérida con Ligia, una amiga de muchos años. ahí nos quedamos esa tarde, paseamos por varios bellos lugares ya en carro y nos hospedamos en su casa, al otro día salimos temprano a Sisal, llegando al pueblo comimos y pues nos encanto la arena blanca, olas suaves y decidimos quedarnos el resto de la tarde y noche en Sisal, encontramos excelente comida, una tarde muy tranquila en la playa y un restaurante llamado el Chiverio o algo así, donde los tragos de Buchanas estaban en $75 (unos 4 dolares) muy bien servidos y buena comida, pues ya con eso cerramos la tarde noche porque aparte de eso no había nada más en ese bello lugar.
Al otro día como a las 7:00 partimos ya con mucho miedo por los desperfectos de la moto de regreso, pero en el camino algo nos ilumino a seguir con la aventura y tomamos rumbo a Izamal Yucatan,
llegamos al pueblo por la mañana todavía, dimos un par de vueltas y continuamos hacia Valladolid, hicimos lo mismo, dimos una paseadita por el pueblo y ya motivados viendo que la moto reaccionó perfectamente pusimos rumbo a Isla Mujeres lo que estaba a 3-4 horas más, llegamos cansados pero muy motivados a Cancún, y en base a preguntas a Punta Sam, donde se toma el ferri con todo y moto que no llevaría a la Isla, llegando nos comentaron que el próximo saldría hasta las 5:30 y en mi reloj me marcaba las 3:30 por lo que según yo faltaba bastante, pues bien nos fuimos a dar una vuelta a la zona hotelera, comimos excelente en el restaurante Nader y encaminamos de regreso con más de una hora según yo para llegar con mucho tiempo, pues bien me había equivocado porque la zona horaria en algún momento cambió, por lo que el ferry ya estaba cargado, llegamos corriendo y subimos ya muy apurados, en lo que Monse compro los boletos, yo subí la moto, y ya tranquilos nos instalamos, en eso noté que no traía las llaves de la moto, ¡¡¡arggghhh que coraje!!! me las busque en todas las bolsa me quite y nos quitamos todo el equipo y nada, las llaves no estaban, ni hablar ya con un poco de molestia y enojo llegamos a la isla a buscar un cerrajero que nos abriera el tanque de gasolina y los maleteros, que es prácticamente todo lo que hace la llave, ya que si la moto está des-bloqueda como es el caso, no se requiere más que para asegurar tu equipaje y cargar gasolina, pues como ya era tarde no encontramos a nadie y el cerrajero que encontramos se había ido a Cancún. Ya medio fastidiados nos instalamos en un hotel sencillo pero a pie de playa y nos fuimos a cenar a ese bello lugar, que he de decir que nos trato muy bien, la cena estuvo excelente y ya con una botella de vino todo se ve mucho mejor.
Dormimos bien pero de repente el sonido de las olas al que no estamos acostumbrados nos despertó un par de veces sobresaltados ya que literalmente estábamos a 10 metros del mar en la punta norte de la isla.
Ya en la mañana bien despiertos nos fuimos a tomar las fotos del recuerdo y a tomar el ferry ya que tendríamos que buscar un cerrajero en Cancún, tomamos el primer ferry a las 9:30, ese camino siempre es bello y con unas vistas espectaculares, llegando a Cancún le pregunté a uno de los encargados de bajar la carga que si de casualidad no habían encontrado unas llaves y si... De casualidad las encontraron solo que las habían mandado a la Isla y las tenia la cajera, por lo que si las queríamos tendríamos que esperarnos unas 3 horas en lo que iban y regresaban con ellas, mientras tanto recorrimos bastante de Cancún, y volvimos a comer en el café Nader (nos gusto mucho jejeje) ya a la hora indicada regresamos y ahí estaban las llaves ¡Benditos peninsulares, que buenas gentes caray! y comenzamos ahora si el regreso.
Ese día regresamos hasta Campeche, ahí cenamos en un restaurante italiano muy bueno, compramos una cadena para la moto ya que la llave se había dañado, seguro le pasaron muchos camiones encima y solo abril las chapas y las bloquee para que me dejarán seguir, pero la moto estaba completamente abierta, cenamos muy bien y a descansar porque al otro día el camino era largo.
El sábado recorrimos el camino ya de regreso y con buena luz hasta Minatitlan, nos ahí descansamos y cenamos muy bien, en el City Express, a la mañana siguiente tomamos ya más tranquilos el camino, antes de llegar a Orizaba le cheque en una gasolinera las presiones de las llantas, porque descubrimos que traíamos un clavo en la llanta frontal, razón por la cual seguramente estaba perdiendo un poco de presión, unas 5 libras cada 500 km, y pues según yo y sin saber le cheque la presión a los amortiguadores traseros, total no me marco nada y con solo checarlos les saqué el poco aire que traían, esto no lo note hasta que en las cumbres de Acutzingo, (me parece que así se llaman) sentí que el amortiguador trasero no amortiguaba, y venia pegando mucho, por lo que todo ese trayecto de curvas lo hice con mucho cuidado, super lento y con desconfianza creo que fue lo mejor, ya saliendo de las curvas pasamos a una vulcanizadora, donde con muchísimo cuidado le pusimos un toque de aire a al suspensión, con ese toque se fue a 80 lb, con mediral bajo a 40 y lo volví a medir y quedo en cero, jajaj ya entendí, otro toque de aire lo medí y ya quedo, volviendo a la carretera ya con todo.
El resto del camino ya no tuvimos ningún sobresalto y llegamos sanos salvos y sobre nuestra Guerrera a nuestro querido hogar.
Conclusiones:
Habrá más viajes pero este fue único sin ninguna duda, medimos muchas cosas pero lo más importante nos medimos en los problemas y nunca perdimos el ánimo (bueno un poco si).
Hay que confiar siempre en que tu maquina te va a responder, porque pudiéndonos dejar en medio de la nada, nos "fallo" en un bello lugar donde pudiéramos encontrar ayuda fácilmente, definitivamente no vuelvo a dudar de ella, mucho menos de mis dioses y nunca nunca desconfiare en que llegare´mos a lo que nos propongamos.
Mil gracias y una disculpa a Monse por decaer en el ánimo, si no hubiera sido por las dudas seguramente habríamos hecho más, pero eso nos da espacio para más historias. Sin su apoyo y buen semblante hubiera hecho la mitad del camino, Monse eres mi todo en muchos sentidos.
Y por último por más bellos que sean los lugares y el camino, siempre tener familia, amigos, casa, y hasta mascotas a las cuales les importas y te extrañan y con quién compartir las historias y planear aventuras es lo principal, Gracias hijos los amamos mucho.
