Siempre existen bendiciones disfrazadas de maldiciones, en ocasiones perder un trabajo, cambiar de pareja, o tener que vender algo que te había costado comprar y que apreciabas, es algo que simplemente, nos parte el alma pero son proceso que todos tenemos que vivir, y que nos convierten en mejores personas, mas libres e independientes, bueno, eso por lo menos queremos pensar, esa esperanza nos queda; pero algo si es seguro, cambias, comienzas a ver que ya no eres una media naranja de nadie, te empiezas a ver como un ser completo, que si decide compartir su tiempo con alguien, es porque así lo quieres, no porque lo necesitas, que si tomas un trabajo o decides involucrarte en una nueva relación, tu tienes el control de la situación, porque básicamente ya tienes una experiencia previa que te aseguran que al final del día, sobreviviras, pase lo que pase.
Ojala hubiera formas menos drásticas para evolucionar, en el crecimiento esta intrínseco el dolor pero también las bendiciones, la peor maldición es no aprender de tu historia, estancarte, repetir tus errores porque estarás condenado a seguir girando eternamente con un risa sardónica en tu rostro, una risa falsa, congelada en el tiempo para los que dicidieron bajarse de esta rueda de la fortuna y seguir caminando por doloroso que esto sea. Por favor amiga Coco, nunca dejes de andar, eres una persona admirable en todos los sentidos, si alguien no lo piensa así, no vale la pena que le dediques tus energías, bien pronto llegará alguien para quien seras todo, y vendrá cargada de más bendiciones de las que puedes imaginar y eso es lo que mereces y así sera... :)
Hay una canción, me parece que cristiana, que hace la metáfora de que uno es como arcilla y que para cambiar y moldearnos en algo nuevo nos tienen que pasar por el fuego.
ResponderEliminarCreo que ya dices mucho tú mismo en tu entrada.
Hay cosas que son necesarias.